La promesa
Nació Ana María en encumbrada cuna. Era además rica, joven y hermosa. Cabía decir que lo tenía todo y, pese a ello, de todo carecía. La fatalidad la convirtió en objetivo de muy rapaces depredadores. Empezó su palabra con una promesa y al cumplimiento de ella sacrificó su vida. Materialmente era una niña desvalida; en planos más elevados, una alma fuerte que defendía sus principios y con ellos su dignidad de espíritu. Pasó por la Tierra como una estrella fugaz. Ángela Edo nos ofrece esta vez un relato sucinto, conmovedor y de extremada sencillez. Con él sorprenderá de nuevo a ...