María Magdalena, la señora del Señor

Jesús de Nazaret y María Magdalena son dos seres extraños en un país convulso. Jesús, célibe en una sociedad de casados, no pronuncia una palabra política en un pueblo agitado por el sometimiento y la rebelión y ni siquiera cuando su primo Juan es matado protesta contra el tirano y con su prédica sobre su reino de paz no hace más que aumentar la confusión. El caso de María Magdalena podía ser más discutible: es una prostituta. Pero lo es en una sociedad puritana, lo cual significa que en su oficio se jugaba la vida, permanece soltera cuando el destino de la mujer era el...


























































