Diario secreto
La pasión del poeta por su hermosa esposa Nataliya Nickolayevna (una de las mujeres más bellas de Rusia en aquel momento) se extinguió al mes escaso de su boda con ella. A partir de ahí, el anhelo infatigable por poseer constantemente a nuevas mujeres se convirtió, según el propio poeta, en la esencia de su vida