El judío errante

«Vagarás eternamente y no descansarás hasta mi regreso.» Con estas palabras, Jesús de Nazaret, yendo camino del Calvario, condenó a un joven orfebre judío a seguir vivo hasta que él volviera al final de los tiempos. La razón para imponerle ese destino fue que le había negado un instante de reposo cuando se encaminaba hacia su ejecución en la cruz. Durante los años siguientes, aquel «judío errante» padeció la guerra con Roma en la que fue destruido el Templo, se vio obligado a abandonar su amada Jerusalén, pero, por encima de todo, se convirtió en testigo de excepción de la...