Mileuristas
Hace algún tiempo, una carta al director de Carolina Alguacil publicada en El País atraía la atención hacia los treintañeros que hasta entonces habían permanecido silenciosos y pasaban desapercibidos: toda una generación que sobrevivía con mil euros de salario mensual, si llegaba. Una generación que vivía en la paradoja permanente: conformista pero desesperada, educada pero sin expectativas, consumista pero pobre, desgajada pero con señas de identidad comunes. Un amplio colectivo de jóvenes que sobrevivían con pocos medios en plena sociedad de la opulencia. A esa generación se...