Donde Wenling

Que alguien del otro lado de la Tierra decida venir a vivir a tu país. Que te escoja a ti como vecino. Que quiera que sus hijos crezcan en tu lengua para que amen lo que tú amas. Y que ese alguien que trabaja en una peluquería doce horas al día, seis días a la semana, inclinada sobre tus pies, tus manos y tu pelo, tenga la generosidad de explicarte cómo es su mundo. Aquí dentro hay mucho de la China de Wenling. Mucho de la provincia de Zhejiang de donde vino un día hace diez años. Pero en esta casa de manicuras, cortes y permanentes hay más perfumes de otros lugares. Hay jubiladas...