LA HORA

Cassandra Graham era conocida por su conocimiento de las montañas. El rey había por ello decretado que ayudara a dos cartógrafos. Uno de ellos resultó ser Robert Gordon, cuyo clan había luchado contra el de Cassie durante décadas. El rey esperaba que unión entre ellos pudiera poner fin a tantos años de lucha, sin embargo Cassie no estaba dispuesta a enamorarse del enemigo, hasta que le salvó la vida...

Amanda Carson se había marchado de Texas a los dieciocho años, dispuesta a dejar atrás el escándalo familiar y aquel hombre al que debía olvidar. Pero el imperio Whitehall era demasiado grande y cuando una familia tan poderosa deseaba algo, incluyendo a Amanda o su agencia de publicidad, simplemente iban por ello. Jace Whitehall, un hombre al que Amanda odiaba y deseaba con igual intensidad, estaba a la espera de terminar lo que había comenzado tantos años antes. Ahora ambos tendrían que enfrentarse a la verdad sobre sus propias familias, ya que los secretos olvidados que habían...

Publicada originariamente en 1959, La raya oscura contiene cinco relatos sobre la vida en los trópicos. El clima y el contraste entre personajes de distintos procedencias son dos constantes de estas narraciones, vistas con la sutil mirada de Serrano Poncela, hartamente familiarizada con la línea del trópico. Un muchacho de Madrid que viaja al Caribe para trabajar en una empresa española y sufre los efectos del calor, al punto de cometer actos impropios; la relación entre un acaudalado señor y un "extraño sujeto híbrido, entre mujer y pájaro"; la llegada de una joven y misteriosa...

El destino los había unido. ¿los separaría el orgullo?La columnista Maggie Riley tenía un propósito: escribir un mordaz artículo sobre un artista del fraude que seducía y engañaba a mujeres indefensas. Pero el destino y un par de incómodos zapatos la hicieron chocar contra el musculoso pecho de Ben Hunter, un ex policía que tenía sus propios planes secretos. En cuanto se miraron a los ojos, ambos se olvidaron de sus respectivos propósitos. Maggie no podía resistirse a la penetrante mirada de Ben ni a lo bien que le sentaban los vaqueros. ¡Mantener las manos quietas era una...