¿A dónde se fue el mes de octubre?

Los grandes personajes de este libro son los escitas, una civilización que pobló las altas llanuras al norte del Mar Negro. Ellos descubrieron el caballo e inventaron la montura y los arreos para convertirlo en una feroz máquina de guerra. Con ellos, asaltaron a todas las poblaciones siberianas y llegaron a conquistar imperios tan distantes como aquel asentado en el Desierto de Gobi, aquel colindante con el norte de de Israel, la Samaria. De paso, descubrieron las propiedades de la cannabis sativa (marihuana), que propagaron por todos los imperios circundantes. Guerreros infinitos,...

"Ésta es una historia de agujas y flores. Es una historia de objetos opuestos. Incompatibles." Flores en el interfón es la historia de una heroinómana. Una mujer que lo ha perdido todo y que necesita prostituirse para conseguir el alivio. De la misma manera es también la historia de un escritor en sus cincuenta años que quiere redimirla. Salvarla como no pudo hacerlo con su propia esposa, muerta algunos años antes. Flores en el interfón es también la historia de un segundo escritor que escucha la historia. Un joven que se va endureciendo, que termina por detestar los clichés. Flores...

Maru Leone -autora de Antes de decir que no... Morite de amor, cagón- nos presenta una colección de poemas sobre el amor, el desamor, el duelo, las malas decisiones y, en última instancia, para aprender y crecer. Descarnados e íntimos, los versos que componen este libro nos invitan a alcanzar la soledad en plenitud para desenmascararla. Para entender cuándo no es amor y decir basta. Para salir de ese lugar de tristeza y culpa al que a veces nos condenamos: incomodarse hasta acomodarse. Hacerse cargo del mambo y dejarlo florecer hasta que haya tomado toda la casa. Desvincularse del...

« Il m’apparaît assez clair que les personnes entassées dans cette rame de métro n’atteignent pas les objectifs de joie quotidienne qu’elles se sont fixés, si elles s’en fixent encore. Je souris. Au milieu de tous ces légumes ramollis, j’ai envie de me mettre à danser et à chanter. J’ai envie de prendre mon vieux voisin par la main et de le faire bouger, de coller des sourires sur leur visage fatigué. Si seulement j’avais l’audace, je me lèverais et j’irais me présenter : - Bonjour, je m’appelle Antoine. Aujourd’hui, je pars en Australie ! »