Antes de que caiga el telón

Yo soy el idiota, la segunda parte de la serie «Yo soy», llega cargada de emoción, reflexiones sobre la vida adolescente y muchísimo humor En su primer semestre de universidad, el ex capitán de fútbol Diego Copeland está angustiado y lleno de dudas. Abatido, decide jugar una última carta e intentar conseguir el perdón de Savannah viajando, nada más y nada menos, que al resort donde las niñas ricas hacen «sanación espiritual». Pero ¿servirá de algo simplemente aparecer y decir «lo siento»? Savannah no es la de antes, ha aprendido valiosas lecciones, ha madurado, y no está...

Mientras crecemos y nos relacionamos con otros, experimentamos sentimientos nuevos, inexplicables, incluso contradictorios. Hablar de ellos a veces nos resulta complicado, pues expresar la ira puede ser considerado un acto violento, y demostrar amor suele confundirse con cursilería. Pero los estados de ánimo no son malos; simplemente forman parte de nuestra vida. Este libro nos ayudará a comprenderlos, aceptarlos y, con ellos, a aprender más sobre nosotros mismos.

It is 2092. A new human race has appeared thanks to genetic engineering. But while they appear normal, in their brains live different personalities with multiple desires. Nine lives in this society. Her life is almost up because of an error in her DNA's design. Despite the certainty of her death, she wants to help Nube, one of her personalities, fall in love, something forgotten by the human mind. So, through a so-called virtual game, Nube will meet Zang, an adolescent who strikes up a relationship with this unknown girl. Their mutual affection grows through chats and songs, but their love...

Valentina sabe que siempre recordará los exámenes de enero por la forma casi sigilosa en que ha empezado a nevar. De puntillas, a tientas, cuando nadie está prestando atención. A veces la culpa se parece a eso, a ver la nieve de lejos, al otro lado de la ventana. Y otras veces, a una canción de Shakira, a una tirita en la rodilla de una niña o un clip amarillo en el pelo, a ver una fotografía que parece un poema. O a perder una cuchara detrás del aparador. La culpa se parece a muchas cosas, todas pequeñas y todas hambrientas, todas cautelosas como la niebla que se extiende sobre el...