Contra Sandino En La Monta

Una novela autobiográfica en la que la autora trata de comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo a manos de ETA y el fallecimiento de su madre. «Una novela cuya atmósfera nos proporciona un alivio semejante al que siente un pez devuelto al agua después de haber sido capturado. [...] Leyéndola se asiste una vez más a ese misterio por el que la vida de otro, que poco o nada tiene que ver con la tuya, deviene en una cuestión de orden personal. Como si más que una novela, se tratara de una carta dirigida a ti.»...

Holden and Miller must try to bring together Earth's government, the outer planets' rebels and the secret business interests with everything working against them. But in the Belt there are other rules, and a small ship can change the destiny of the universe.

Una banda de piratas dirigida por el temible Kongre habita en la Isla de los Estados, en la Patagonia argentina, donde se unen los océanos Pacífico y Atlántico. Estos bandidos se dedican a atacar a las embarcaciones que encallan en la zona y su modo de vida se ve en peligro cuando el gobierno pone en funcionamiento el Faro del Fin del Mundo (como se conoce en la actualidad). Ocupado por tres encargados, los piratas asesinan a dos de ellos, pero queda un tercero, Vázquez, quien intentará sobrevivir solo y terminar con las fechorías de la banda de Kongre, hasta que se le une un náufrago...

Cristina es una chica que ha llegado al borde de los 40 casi sin enterarse. Hija de una familia "bien", ha estudiado odontología por inercia, se gana bien la vida, y pasa sus días entre su trabajo como dentista y saliendo con su grupo de amigas. En cuanto al amor, "ni fu ni fa": nunca ha sido una prioridad y acumula a sus espaldas varias historias sin final feliz (pero tampoco desgraciado). Sospecha que, a pesar de lo que digan las comedias y las revistas de moda, un hombre que te quiera y al que tú quieras no te cambia la vida. Pero contra todo pronóstico, cuando conoce a Juan, esas dos...