Enseña a Tu Dragón a Ir al Baño

Un lindo libro de dragones para enseñar a los niños sobre la honestidad Tus hijos comprenderán de inmediato por qué mentir es malo, no solo para las personas que los rodean, sino también para ellos mismos. Tener un dragón de mascota es muy divertido. Puedes enseñarle a tu dragón a sentarse, pararse, rodarse, e incluso puedes entrenarlo para ir al baño... Pero, ¿qué pasa si tu dragón sigue diciendo mentiras? ¿Qué pasa si piensa que mentir es bueno para él y que mentir lo ayuda a salir de problemas fácilmente en cualquier momento? ¿Qué haces? Le enseñas que mentir es malo y...

Enseña a tu dragón a aceptar un "No" por respuesta. Un adorable cuento infantil para enseñar a los niños sobre el Manejo de los Desacuerdos, las Emociones y el Enojo

Sammy the shark's first day at school causes so much excitement for him that he has a terrible time controlling his urge to bite things.

Rashouk, el gnomo de la cueva, acecha en los Picos de la Muerte. Esta Fiera Fantasma puede oler el miedo de su víctima y convertirla en piedra. Tom tendrá que usar todo su valor para recuperar el trozo del Amuleto de Avantia que protege Rashouk. Si no lo consigue, nunca más podrá ver a su padre.

Libro infantil recomendado de 5 a 7 años, en letra ligada. Se puede utilizar para explicar los efectos del cambio climático a los niños. Pascual el dragón ayudará a un pequeño flamenco para evitar que el cambio climático afecte al Delta del Ebro. Para lograrlo, viajará por Europa para encontrar a Greta Thunberg , ya que ella es la única que los puede ayudar. Des del Delta del Ebro, viajará hacia Barcelona, Roma, Berlín, Londres y, finalmente, Bélgica. Este es el quinto título de la colección «Pascual el dragón descubre el mundo», en letra ligada. Es un cuento interactivo, ya...

Frente a la fuente de deseos, Emilio tiró una modena y, cerrando los ojos, pidió tener una mascota. ¡Pero una de verdad! Ya estaba harto de pedirle a sus papás que le compraran una y que su mamá siempre le contestara ¿Para qué más mascotas? Ahí tienes los peces que te compré en la tienda. Emilio no podía entender por qué su mamá le llamaba mascotas a unos (bichos) que vivían prisioneros en una pecera, que abrían la boca sin hacer ruido y que, para colmo, no podía acariciar.