La Guerra en Siria
Resumen del Libro
Prólogo del Editor Un día nos impresiona la foto del cadáver de un niño pequeño tirado en la playa; muchos años después nos encontramos con la noticia de que niños sirios aprovechan el fenómeno mundial del juego virtual de Pokemon, para suplicar que vayan a rescatarlos. En el medio, vemos multitudes tratando de escapar de la zona de guerra, y nos conmovemos con el video de una periodista que aparentemente intenta evitar con una zancada que una familia cruce la frontera hacia un país aparentemente más seguro. Hay una cuenta precisa de las víctimas en uno u otro atentado en París, Niza o Bruselas, pero no de las que mueren en Damasco o en Alepo. No podemos precisar cuántos han perdido la vida a manos de los que dicen estar inspirados por órdenes divinas; pero tampoco de los que causan “víctimas colaterales”, tratando de salvarlos. Como en las mejores novelas de espías, como en las mejores películas de intriga internacional, aparecen los nombres de Bélgica, Estados Unidos, Francia, Irán, Israel y Rusia, por mencionarlos en orden alfabético, pero siempre queda al final Siria, el más importante porque es el teatro de la guerra en donde se produce la mayoría de las muertes y las mutilaciones de seres humanos, el más lejano a nuestra comprensión a pesar de que entre todos ellos es el más cercano al sitio geográfico donde surgieron las primeras civilizaciones en la faz de la tierra, a donde surgieron la numeración y la escritura, el arte y la arquitectura. Sino la única, si una de las cunas de la civilización terrestre, Siria nació mucho antes que los árabes y los judíos, de los griegos o los romanos, incluso antes de los egipcios y sus pirámides. Es más antigua que las religiones que hoy dominan el mundo, es anterior a los siglos en que se dieron nombres distintos al Gran Arquitecto del Universo y a sus profetas. Ni con teocracias ni con estados laicos ha podido Siria encontrar la paz. Intereses políticos y geoestratégicos de las potencias y sus aliados la mantienen en constante zozobra. Mi primer recuerdo de una Siria que jamás he conocido proviene de un documento en francés que muestra a una mujer madura y a una niña como de cuatro años que mira a la cámara. Aunque la fotografía es en blanco y negro se pueden adivinar los ojos verdes de la pequeña. Es mi abuela. Miriam Romano Hassan, pero de eso me enteraría muchos años después porque los papeles que yo conocí la presentaban con un castellanizado María Romano Auzán. El documento las autorizaba a salir de Siria. Llegarían a México buscando la paz. Años después entrevisté a la escritora Ikram Antaki. Me contó que un día, harta de la guerra, abrió una enciclopedia y vio una fotografía del Popocatepetl, arrojando ceniza y al mismo tiempo cubierto de nieve su cima. Se preguntó cómo era posible que un volcán activo tuviera a la vez una capa helada. Eso solo podía ocurrir en un país mágico. Decidió venir aquí, donde trabajó hasta su muerte en el año 2000, cuando apenas rondaba los 53 años de edad. La Wikipedia tiene otra versión, dice que Ikram colocó un compás sobre un mapamundi, lo abrió colocando un extremo en Damasco, en la otra punta estaba eMéxico, así que se decidió por este extremo, el más lejano posible que permitía el compás. De familia judía, mi abuela no hablaba el hebreo, sino el árabe y a la cena que nos preparaba de cuando en cuando algunos viernes le llamaba comida árabe, no judía. En una ocasión un amigo mexicano al que le gusta el rock me platicó que hay una canción que dice Si ustedes no comen puerco, y nosotros no comemos puerco, porque no nos sentamos a no comer cerdo, juntos. Me harta que los intereses económicos y políticos usen las religiones como excusa para fanatizar y crear ejércitos de… Supongo que hoy, en Siria, debe haber muchos muertos y desaparecidos que llevan genes de mis genes maternos. Supongo que muchos otros, como mi abuela, ya se habrán asimilado a otras ...
Ficha Técnica del Libro
Subtitulo : Cinco años de análisis periodísticos de Mauricio Meschoulam
Número de páginas 270
Autor:
- Mauricio Meschoulam
Categoría:
Formatos Disponibles:
PDF, EPUB, MOBI
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