La hora de la medianoche

Julián sospecha que su abuela le hace algo raro a los pasteles, las galletas y los panes que vende en su panadería: les echa algo que saca de su misteriosa alacena. Cuando descubre que son azúcares mágicos que sirven para tratar las dolencias espirituales de la gente, decidirá intentar sacar partido de ello.

¿Conoces a Claude? ¡No es un perro cualquiera! Un paseo por el parque lo lleva a caminar por la cuerda floja, pues Claude se une a un circo, arroja tartas ¡y se convierte en la estella del espectáculo! ¡Divertido e ingenioso!

Un acontecimiento inesperado conduce al protagonista de esta novela a la casa de sus abuelos. l recuerda as al padre de su padre: "Mi abuelo escrib a en las paredes todos los acontecimientos de la ciudad... Escrib a sobre cosas simples, como la aguja perdida en la rendija de la duela...". el encuentro con este ser maravilloso le abre las puertas del mundo de la escritura.

Atherton, fins fa poc un magnífic satèl•lit artificial estructurat en tres nivells, s’està enfonsant, i els tres regnes que el componen es fan un de sol. Els éssers humans i les monstruoses criatures que l’habiten, abans separats per enormes muntanyes, comparteixen ara un mateix territori cada vegada més perillós. Però, a més a més, algú ha entrat al cor d’Atherton i ha obert la porta dels secrets més tenebrosos del doctor Harding, el científic boig que va crear Atherton i que és més a prop del que l’Edgar s’imagina...