Los maridos de mi madre

Helen Amelia, en esta grandísima y bella obra, nos enseña su alma —y qué alma— y con este altruista acto de amor y generosidad, y de grandeza literaria, nos enseña a enseñar nuestra alma. Esa es la clave, si lo he entendido bien, de este libro. Aprender mediante el sentir ajeno a conocer el sentir propio, lo que verdaderamente somos y sentimos. Aprender que la vida es un drama, pero que es nuestro drama. Somos drama. Somos, una vez más, herida. Y somos la solución, el camino, la cura, la tirita...

DESCRIPCIÓN DEL LIBRO: Cuando a su mejor amiga y socia comercial, Laura, le diagnostican un cáncer terminal, Storm Renoir se dirige a Boston y se reúne con su ex, el Dr. Hunter Caveat. A pesar de no haber visto al ilustre doctor durante 20 años, Storm sabe que, el ahora mundialmente reconocido oncólogo, podría ser su última oportunidad para salvar a su amiga y espera poder también reavivar la pasión que alguna vez tuvieron el uno por el otro. Pero la vida de Hunter no es tan tranquila y libre de problemas como ella había imaginado y su ex esposa, la alcohólica en recuperación...

Blanca Oscuridad tiene como protagonista a la poderosa familia Dávila, dueña de medio país y de un noticiero de televisión. El secuestro de Benjamín Dávila es el punto de giro de esta historia en la que conviven intrigas familiares y delirios guerrilleros. Mientras los Dávila se enfrentan y buscan por caminos distintos la libertad de Benjamín, el comandante Viktor decide dirigir la guerra desde una montaña habitada por la niebla, donde sostiene conversaciones con Simón Bolívar. A través de un preciso ensamblaje y un rompecabezas hábilmente diseñado, la novela transita entre...

¡Sus más exóticas fantasías estaban a punto de hacerse realidad! Clara Davis supo, en cuanto la palabra "sí" escapó de sus labios, que se había metido en un buen lío. ¿Cómo iba a fingir ser la mujer de su jefe en su lujosa luna de miel? La regla de Zack Parsons sobre no salir con empleadas había evitado que viera más allá del delantal de repostera de Clara, pero ahora la estaba mirando con una luz totalmente distinta y bastante más tentadora. Entregarse a una noche de pasión debería haber bastado para satisfacer su recién descubierto deseo... ¿O no...?