Sarah's Knight

El comisario jubilado, Patricio Penela, se matricula en un curso de ópera en la universidad. Uno de los días en que anda escuchando grabaciones tropieza con un vídeo en el que cantan dos niños sopranos en el coro de niños cantores de Viena. Lo que es un hallazgo casual se acaba convirtiendo en un misterio en torno a la identidad y destino de uno de esos niños sopranos, que es de origen español. Acompañado por su mujer, Marina, el ex comisario emprende una investigación para intentar desvelar el enigma en que está envuelta la figura del joven cantor.

Misterio, amor y el viaje personal de una mujer que intenta reconstruir su vida rota. Hace meses un brutal suceso cambió la vida de Reece Gilmore y la sumió en el miedo. Desde entonces ha estado viajando por el país sin rumbo fijo, sintiéndose incapaz de echar raíces en ningún sitio. Hasta que una avería en el coche la obliga a detenerse en Angel's Fist, un pequeño pueblo de Wyoming. No sabe qué la ha llevado hasta allí, pero siento como si la hubiera guiado la mano del destino. Cuando ve una oferta de trabajo como cocinera en un restaurante local, no duda y se presenta. Poco a poco ...

¿Quién no ha tenido un corazón roto?¿Un sueño?, ¿Un amigo imaginario? ¿Una tristeza grande como el mar? ó ¿Una alegría mas grande que el infierno?, pues yo sí, y en ]Un te quiero y varios versos] se puede reflejar, con un asesinato o tal vez con un baile, pero se puede ver y si eres suficientemente sensible, tal vez hasta lo puedas tocar, tocar mis sentimientos y recuerdos. Eso es el libro: un álbum abierto en tus manos.¡Disfrútalo!

¡Los dos terminaron aprisionados por... el matrimonio! El príncipe Zachim Darkhan de Bakaan nunca hubiera imaginado que iba a ser secuestrado por su enemigo. Pero, gracias a su experiencia como guerrero, logró escapar... llevándose a la hija de su captor como rehén. Sin embargo, Farah Hajjar no era una mujer fácil de someter. Mientras la lucha de poder se intensificaba entre ambos, Zachim ansiaba probar la fruta prohibida de sus encantos. Pronto, llegaron a un punto de no retorno, donde la frontera entre odio y deseo se difuminaba.