Training camp. El libro de Rain

A quienes les gustó Puedes llamarme Bubu (Siruela, 2001), no les defraudará esta nueva aventura. En esta ocasión, BlíDfinnur (Bubu) encuentra malheridos en el jardín de su casa a unos duendes que se dedican al teatro ambulante, y decide cuidarlos el tiempo que sea necesario. Un día, Bubu siente curiosidad por seguir el curso de un río, que lo adentrará en el bosque. Como no vuelve, los duendes salen en su busca. Pero alguien, un tal Tuberculosis, advierte a Bubu tras su regreso de la maldad de los duendes... ¿Será verdad? Sólo se sabrá qué está ocurriendo si llega a tiempo un...

"Annie y Jack se embarcan en una aventura emocionante, terrible y triste cuando la casa del árbol los lleva a la cubierta del Titanic. ¿Habrá also que puedan hacer para ayudar en el trágico desenlace de la historia? ¿Serán capaces de salvar la vida de alguien? ¿Y la de ellos mismos?" --Back cover.

¡Adéntrate en los diarios secretos del héroe y el supervillano de Panoliburgo! Hace unos meses llegaron a la editorial, dos diarios muy distintos. Uno explicaba la historia de un héroe un poco patoso y el otro las aventuras de un supervillano en horas bajas. En un principio, las editoras pensaron que no valía la pena publicarlos: ambas historias eran emocionantes, pero estaban llenas de hechos inexplicables y bastante absurdos. Hasta que se dieron cuenta de algo... ¡Las historias encajaban! ¡Todo tenía sentido... si publicaban los dos diarios juntos! Compruébalo. Empieza por el...

De la autora ganadora del Premio Gran Angular 2015 por El año terrible. Una historia con licencia para las travesuras. Los papás de Lenny, un niño súper travieso, siempre le decían que lo iban a mandar allá lejos si no se portaba bien, Y SE LO CUMPLIERON. Querían vacacionar a gusto sin que les diera lata, así que Lenny fue a parar durante todo el verano a un orfanato muy locochón. Tras la sorpresa inicial, Lenny y sus nuevos amigos se dan cuenta de que ahí hay gato encerrado, pues todo funciona al revés y pueden hacer diabluras cuando quieran. No se parece nada a un orfelinato...