Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en San Juan, Argentina. Fue un destacado político, educador, escritor y militar argentino, considerado una de las figuras más influyentes en la historia de la educación en su país y un ferviente defensor del progreso y la civilización frente a la barbarie. Su vida estuvo marcada por un compromiso inquebrantable con la educación y el desarrollo social, el cual se tradujo en una serie de obras y políticas que han perdurado en el tiempo.
Sarmiento creció en un ambiente rural en la provincia de San Juan, donde pudo experimentar de primera mano las dificultades y carencias de la vida en el campo. A pesar de su situación económica, desde joven mostró interés por la educación, lo que le llevó a convertirse en maestro. En 1835, Sarmiento se trasladó a Buenos Aires, donde se vio influenciado por las ideas de la Ilustración y el liberalismo, y comenzó a cultivar su pensamiento crítico sobre la realidad argentina.
En su búsqueda por mejorar el sistema educativo, Sarmiento realizó un viaje a Europa y Estados Unidos entre 1845 y 1847. Durante su estancia en este último país, estudió el sistema educativo y se empapó de sus métodos. Consciente de la importancia de la educación en el desarrollo de la sociedad, al regresar a Argentina, se dedicó a promover la creación de escuelas y a implementar reformas educativas que sentaron las bases de un sistema educativo nacional.
En 1853, Sarmiento se convirtió en uno de los redactores de la Constitución Argentina, lo que marcó un hito en su carrera política. A pesar de su inclinación hacia el liberalismo, su capacidad para dialogar con diversos sectores políticos le permitió ocupar diferentes cargos, incluyendo el de gobernador de San Juan. Durante su gobierno, se enfocó en la construcción de escuelas y en la formación de docentes, convencido de que la educación era la única vía para combatir la pobreza y la ignorancia.
Uno de sus trabajos más reconocidos es Facundo: Civilización y Barbarie, un libro publicado en 1845 que aborda la vida del caudillo federales Juan Facundo Quiroga y su relación con la cultura argentina. En esta obra, Sarmiento establece un contraste entre la civilización y la barbarie, defendiendo la necesidad de establecer un orden civilizado en oposición a la anarquía y el desorden que, según él, representaban los caudillos. Este libro no solo es un análisis político y social de la Argentina de su época, sino que también se considera un hito en la literatura hispanoamericana.
La influencia de Sarmiento en la educación argentina fue tal que se le atribuye la expansión del sistema educativo laico y la inclusión de la enseñanza obligatoria en la legislación educativa del país. Su trabajo se enfocó en crear un modelo educativo que integrara la educación moral y cívica, además de las materias académicas tradicionales.
En 1886, Sarmiento fue nombrado embajador de Argentina en los Estados Unidos, donde continuó promoviendo el desarrollo educativo y cultural de su país. Sin embargo, a pesar de sus éxitos, su vida estuvo marcada por la controversia y el debate. Sus posiciones políticas y su estilo a veces polarizador generaron tanto admiradores como detractores.
El 11 de septiembre de 1888, Sarmiento falleció en Asunción, Paraguay, dejando un legado imborrable en la educación y la cultura argentina. Su vida y obra siguen siendo objeto de estudio y debate, y su aportación a la educación lo consagra como uno de los principales próceres de la Argentina moderna. En el transcurrir de los años, el pensamiento de Sarmiento ha influido en generaciones de educadores y en la configuración de la identidad cultural argentina.
Hoy en día, su figura es recordada y honrada en diversas instituciones educativas, plazas y monumentos a lo largo de toda Argentina, siendo un símbolo del compromiso con la educación y el progreso social.