El libreto

Tu mirada es un relato breve, sencillamente una historia de amor en la que el protagonista intenta suplir sus carencias afectivas a base de arriesgar y confiar en los demás, abre su interior sin miedos, esperando sólo respeto y cariño. El autor se identifica con todo aquello que tenga que ver con sentimientos, emociones, a base de escarbar en lo profundo de los seres que conforman la historia, consiguiendo que afloren la ternura y la sensualidad de los personajes. Se pregunta a menudo ¿quién no ha tenido una historia de amor o quizás una fantasía? Es muy simple en otras palabras,...

Raymond Fraser books have been called powerful, insightful, moving, irreverent, disturbing and outrageously funny. Filled with an unforgettable cast of characters, COSTA BLANCA features a novella and stories set in Spain, Boston, Toronto and the east coast of Canada.What the critics have said of Raymond Fraser's stories:"A highly original voice that is occasionally sad, sometimes very comic. A real pleasure to read." ALAN DAWE, Vancouver Sun ...... "Comic and horrifying." HEATHER SANDERSON, Canadian Literature ...... "Perceptive, magnetic and laced with humour." ANNE INGRAM, The Gleaner...

A partir de su embarazo, Bianca descubrirá que quienes decían ser sus padres participaron del entramado de la apropiación de niños durante la dictadura en la Argentina. Bianca no nació en Italia, como le hicieron creer... y tiene una abuela. El guion de la película I passi di Bianca obtuvo el patrocinio moral de la asociación de las Abuelas de Plaza de Mayo y el elogio de Libera Internacional. Este libro fue escrito a partir de dicho guion por el novelista italiano Nicola Viceconti.

[...] y entonces la multitud prorrumpió de nuevo en vítores, y un hombre, que se encontraba más exaltado que los demás, tiró su sombrero al aire, muy alto, y gritó (según logré entender): «¡Que levante la voz quien esté a favor del subrector!». Todos lo hicieron, pero no quedaba muy claro si era por el subrector o no: algunos vociferaban «¡Pan!» y otros «¡Impuestos!», mas nadie parecía saber qué era lo que querían en realidad. Yo era testigo de todo aquello desde la ventana abierta del salón del desayuno rectoral, mirando sobre el hombro del lord canciller, quien se...