Samuel Butler (1835-1902) fue un escritor, crítico y pensador británico, conocido principalmente por su obra literaria y sus ideas sobre la evolución y la religión. Nació en el pueblo de Langar, en Nottinghamshire, Inglaterra. Su padre, un clérigo anglicano, influyó en su educación y formación, y aunque Butler inicialmente se preparó para seguir los pasos de su padre en la iglesia, su inclinación hacia la literatura y el pensamiento crítico lo llevó por un camino diferente.
Desde joven, Butler mostró un profundo interés por la literatura y el arte. A los 16 años, fue enviado a estudiar en el St. John's College, en Cambridge, donde comenzó a desarrollar sus habilidades literarias. Sin embargo, su tiempo en la universidad fue breve, y pronto decidió abandonar sus estudios formales para embarcarse en una carrera como pintor y escritor.
A lo largo de su vida, Butler se destacó por su estilo individual y su pensamiento no convencional. Su obra más famosa, “Erewhon” (1872), es una novela satírica que explora temas como la naturaleza de la humanidad, la moralidad y el progreso social. En esta obra, Butler presenta una sociedad utópica en la que los seres humanos se asimilan y los enfermos se consideran criminales, desafiando así las normas victorianas de la época. Esta novela no solo es una crítica a la sociedad contemporánea, sino que también refleja las ideas evolucionistas que Butler defendía, inspiradas por las teorías de Charles Darwin.
Además de su trabajo en ficción, Samuel Butler también fue un prolífico ensayista y crítico. Publicó una serie de ensayos y artículos que abordan diversas temáticas, desde filosofía hasta religión. Su crítica a la iglesia y a la fe organizada es evidente en muchas de sus obras, y su postura a menudo provocativa generó controversia. Butler argumentó que el dogma religioso necesitaba ser revisado a la luz de nuevas ideas científicas y filosóficas, lo que le valió tanto admiradores como detractores.
Otra de sus contribuciones significativas fue su trabajo sobre la obra de Homer, en particular su análisis del “Odisea”. Butler desafió la creencia tradicional sobre la autoría de la obra, sugiriendo que podría haber sido el trabajo de una autora femenina. Su ensayo, “The Authoress of the Odyssey” (1897), es un ejemplo claro de su pensamiento innovador y su voluntad de cuestionar las normas establecidas.
El estilo narrativo de Butler es característico por su ironía y su aguda observación. En sus escritos, se puede percibir un enfoque crítico hacia la sociedad victoriana, así como una profunda empatía por la humanidad. Sus reflexiones sobre la naturaleza del ser humano y su lugar en el mundo están impregnadas de un humanismo que resuena en sus obras.
A lo largo de su vida, Butler también se interesó por temas como la religión, la ciencia y la filosofía, lo que le llevó a explorar y debatir cuestiones existenciales que aún son relevantes hoy en día. Su relación con la religión fue compleja; aunque se consideraba agnóstico, reflexionó profundamente sobre la fe y la espiritualidad, lo que se puede ver en muchos de sus escritos.
Samuel Butler falleció el 18 de junio de 1902 en un sanatorio en la localidad de Inglewood, en el Sur de Inglaterra. Su legado perdura a través de su obra literaria y su pensamiento crítico, que sigue inspirando a escritores y pensadores contemporáneos.
En retrospectiva, Samuel Butler se presenta como una figura clave en la transición entre la literatura victoriana y las corrientes modernistas del siglo XX. Su capacidad para cuestionar las normas y su exploración de la condición humana lo convierten en un autor importante dentro del panorama literario británico.