La herida límite

El veneno es amargo, las papilas gustativas lo identifican y lo escupen de inmediato, pero el veneno a gotas, el que es dosificado y mezclado con miel desciende por el cuerpo, aterciopelado, intoxicando por pedazos, pero a la vez dando al envenenado más sagaz, la conciencia de saberlo y aceptarlo. Eva y Clara, dos vidas que convergen en un punto de la infancia, cuando ambas son ingenuas, impolutas. El destino, caprichoso, las separa de manera abrupta y vuelve a reunirlas con ayuda del tiempo, titiritero mordaz que se encarga de estirar y entrelazar sus hilos hasta colocarlas como marionetas...

A Manuel Rosero nunca le ha ido bien en el amor. Desde su infancia, cuando una compañera de colegio le propinó un loncherazo en la cabeza, se ha sentido malentendido por las mujeres. En busca de claridad, pero también de reivindicación, decide contarle su historial de agravios a una escritora. Al mismo tiempo, su relación con su novia feminista se desmorona por culpa de una infidelidad. Narrada a dos tiempos, entre un presente que colapsa y un pasado que el protagonista se propone revaluar, Las margaritas es un ejercicio de memoria, la cartografía afectiva de un individuo que descubre...

En tiempos negros para la Tierra, un Oldgandor es llamado a cumplir una profecía. El Pacificador, como lo nombran las escrituras, deberá restaurar el equilibrio entre el bien y el mal. Climo es el señalado por el Único para cumplir esta misión. Para esto deberá reunirse con compañeros de diferentes razas quienes lo secundarán en una aventura tan fabulosa como oscura en la que deberá enfrentarse al mismísimo Casaldir, ajustada síntesis de lo siniestro. Enanos, elfos, hombres, trasgos, ogros y otras criaturas lucharán desde una u otra facción para establecer la supremacía que...

Los deliciosos y a veces feroces relatos de estas Inquisiciones peruanas nos muestran una socieda que, detrás de su apariencia soñolienta y ceremoniosa, impregnada de olor a sacristía, de rutinasestrictas y dóciles a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia, hervía de una sensualidad y unas pasiones carnales tanto más intensas y coruscantes cuanto más aplastadas se hallaban por una suerte de prejuicios, prohibiciones y persecuciones. Mario Vargas Llosa