Herbert George Wells, conocido comúnmente como H.G. Wells, nació el 21 de septiembre de 1866 en Bromley, Kent, Inglaterra. Fue un prolífico novelista, historiador y ensayista, reconocido principalmente por sus obras de ciencia ficción que han dejado una huella indeleble en la literatura y la cultura popular. Su contribución al género de la ciencia ficción es comparable a la de otros grandes autores, como Julio Verne y Arthur C. Clarke.
Wells creció en una familia de clase trabajadora; su padre, un tendero, y su madre, una sirvienta. A pesar de las dificultades económicas, su educación fue promovida por su madre, quien le inculcó el amor por la lectura. A los 14 años, Wells ingresó a la escuela secundaria, y posteriormente estudió en la Universidad de Londres, donde se interesó por la biología y la teoría evolutiva de Charles Darwin, elementos que influirían notablemente en su obra literaria.
Su carrera como escritor comenzó en 1895 con la publicación de The Time Machine, una novela que introdujo el concepto de viajar en el tiempo. Esta obra no solo capturó la imaginación de los lectores, sino que también estableció a Wells como uno de los pioneros del género de ciencia ficción. La historia sigue a un científico que inventa una máquina del tiempo y viaja al futuro, explorando temas como la evolución, la lucha de clases y el destino de la humanidad.
En 1897, Wells publicó The Invisible Man, otra obra icónica que explora las implicaciones morales y sociales de la invisibilidad. A través de su protagonista, el Dr. Griffin, Wells aborda el tema del aislamiento y la locura, así como la responsabilidad ética de la ciencia. Esta novela, al igual que otras de Wells, no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre los avances tecnológicos y sus efectos en la sociedad.
Una de sus obras más célebres, The War of the Worlds, fue publicada en 1898 y representa una de las primeras historias sobre la invasión de extraterrestres. La narración del ataque marciano y la lucha de la humanidad por sobrevivir reflejan tanto un sentido de miedo ante lo desconocido como una crítica social a la imperialismo británico. La novela ha sido adaptada en múltiples ocasiones, incluyendo una famosa emisión radial por Orson Welles en 1938 que causó pánico entre los oyentes, creyendo que una invasión real estaba ocurriendo.
Wells no se limitó a la ciencia ficción; también escribió novelas de carácter social y político, como Ann Veronica (1909), que aborda las cuestiones de género y emancipación femenina, y The First Men in the Moon (1901), que explora tanto la ciencia como la crítica social. Su enfoque innovador no solo se centraba en la ciencia, sino que también abarcaba cuestiones sociales, desde la educación hasta el futuro de la democracia.
Durante su vida, Wells escribió más de 100 obras, incluyendo novelas, ensayos y obras de teatro. Su estilo variaba desde la sátira social hasta la intensa ciencia ficción, reflejando su amplio rango de intereses y su compromiso con la crítica social. Entre sus escritos más destacados también se encuentran Food of the Gods (1904) y The Shape of Things to Come (1933), que presentan sus visiones del futuro y la evolución de la humanidad.
A lo largo de su vida, Wells fue un ferviente defensor del socialismo, y sus creencias políticas se reflejan en sus escritos. Era un crítico del capitalismo y abogaba por la reforma social, el uso de la ciencia y la educación como herramientas para mejorar la sociedad. En su obra Outline of History (1920), Wells intenta ofrecer una visión de la historia humana a través de la lente del progreso y de las intervenciones sociales y científicas.
H.G. Wells también fue un adelantado en el uso de la tecnología de su tiempo, convirtiéndose en un comentarista de radio y un orador público, además de participar activamente en debates sobre el futuro de la humanidad. Su legado sigue siendo relevante, ya que sus obras continúan inspirando a nuevos escritores, cineastas y pensadores sobre los límites de la ciencia y sus implicaciones éticas.
Wells falleció el 13 de agosto de 1946 en Londres, pero su influencia perdura. Su capacidad para combinar la ciencia con la narrativa humana ha dejado una profunda impresión en la literatura y ha establecido un estándar para lo que se conoce como la ciencia ficción moderna. A través de sus obras, H.G. Wells no solo entretenía, sino que también planteaba preguntas profundas sobre la moral, la tecnología y el futuro de la humanidad.