La tierra del oro Ardiente

Todos conocemos la conmovedora historia de la hermosa joven que se enamoró de un horrible monstruo, prefiriendo la virtud a la belleza. En esta edición del cuento no hay que elegir entre ambos dones. Las bondades del texto y la exquisitez de las ilustraciones van de la mano hasta el final feliz.

"Qué pasa mientras estás dormiendo? ¡Tus juguetes salen a jugar! Después de una largo día de saltar sobre las hojas y leer sus libros favoritos, esta niña está agotada; pero su animal de peluche favorito, Planeta, no ha hecho más que empezar"--Cover.

Ante la pintura de no más de dos metros de alto y uno de ancho, protegida por una serpiente de ramas doradas, el antes ruidoso grupo de chicos queda petrificado. La reducida y oscura sala apenas permite que una tenue luz custodie al misterioso cuadro. Los inquietos visitantes tardan en reconocer a la figura retratada. Cuando la penumbra del lugar les permite identificarla, ya es muy tarde para escapar: la joven despierta y ha notado su presencia.

La historia del nacimiento de una amistad en momentos muy difíciles para sus protagonistas. Blanca acaba de perder a su padre en un accidente de tráfico. Serena ha tenido que cambiar de ciudad para someterse a un tratamiento quirúrgico. Dos niñas que se encuentran en un momento muy difícil de sus vidas y que encontrarán, la una en la otra, un hombro donde llorar y una mano firme en la que apoyarse.