The Quiet Man

Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE El mundo continúa agonizando entre dos bandos, un extraño culto global y los Otros. En medio de la vorágine, se encuentran los desequilibrados protagonistas de la primera parte, que siguen recorriendo caminos en los se tropezarán con personajes más perturbados que ellos mismos.

Si había que proteger a los inocentes, Bobby Taylor era la persona perfecta.Pero cuando Wes, su mejor amigo, le pidió que controlara a su hermana pequeña, Bobby deseó poder decir que no. Para él, Colleen Skelly, con su maravillosa melena pelirroja, era todo menos la inocente hermanita de nadie. El problema era que deseaba controlarla, pero muy, muy de cerca.Colleen llevaba años intentando conquistar al magnífico Bobby Taylor. Ahora por fin era suyo, aunque solo fuera durante algunos días; lo único que tenía que hacer era demostrarle que era una mujer adulta... y que él tenía todo...

Arturo era un empresario. Tenía todo lo que quería. Dinero. Belleza. Músculo. Una gran esposa… … pero le faltaba una cosa. Le faltaba su amante. Un hombre en su vida. Alguien que le liberara. Marcos era su nuevo asistente. Un hombre tímido y… no muy guapo. Pero todo un encanto. Demasiado encantador. Arturo era famoso. Y podía perderlo todo. Su esposa. Su reputación. Su negocio. Su dinero… No merecía la pena. Pero no siempre es tan fácil. No siempre gana la razón. Y entonces, todo pasa factura. Advertencia: Una novela de romance homosexual, con contenido explícito. Dirigida...

Intriga, pasi�n y aventura en un thriller de alt�sima tensi�n en el que los hilos se entrelazan a bordo de un Boeing 314, por el maestro indiscutible del g�nero: Ken Follett. Septiembre de 1939. Gran Breta�a ha declarado la guerra a Alemania. Aventureros, artistas, hombres de negocios, ciudadanos que huyen de la vejaci�n y la miseria embarcan en el �ltimo hidroavi�n que despega rumbo a Estados Unidos, abandonando un pa�s sobre el que planea la incertidumbre... La noble y fascista familia de los Oxenford huye para evitar la detenci�n del patriarca. A su vez, Diana Lovesey...