En Montreal, como en todas las ciudades, las parejas se juntan y se separan. Los individuos se atraen y se repelen unos a otros en un vals perpetuo de cuerpos. Los cuerpos sonoros son aquellos que laten, que se entrelazan en destinos diferentes a la par que familiares, unidos por este sentimiento indescriptible que mueve el mundo: el amor. Veintiún relatos cortos que nos muestran los diferentes tipos y etapas de las relaciones amorosas o del deseo, sin importar el género, la sexualidad, la edad o la condición. Rupturas que queman, amistades con derecho a roce resignadas, familiares unidos, ...