Los sueños de Humberto

El señor Conejo ha perdido sus anteojos y tendrá que investigar todas las pistas hasta encontrarlos. ¿Pero qué pasa si cada sospechoso tiene una coartada?

Los primeros en darse cuenta de que Inés no estaba fueron los pájaros. Daban vueltas piando y reclamando alrededor de la banca del bosque donde, cada tarde, la princesita se sentaba a tirarles trigo, arroz y alpiste. Los últimos que la vieron recordarían que iba entre las garras de un dragón. La desaparición de la princesa Inés es el punto de partida de este breve relato que describe la sagacidad de un paje, un aprendiz de escudero y un colibrí para traerla de vuelta al castillo. La travesía estará llena de peligros y retos, así que los tres valientes amigos tendrán que recurrir...

¡El diario super secreto de Alfie! Léelo a solas, si es que te atreves... Cuidado... porque estás a punto de conocer a un alien subterráneo de color púrpura, un astronauta desorientado que balbucea y una pandilla de babeantes seres del espacio. Sin embargo, no tienes nada que temer porque ¡Alfie Small está aquí!

Una muchacha china se enamora de un compañero de clase, su padre decide recluirla en un pequeño pueblo en las montañas, durante un año, pasado ese tiempo si su amor por el joven perdura, permitirá que se casen. Durante esa estancia en casa de su abuela la joven descubrirá no solo las tradiciones del mundo rural, que desprecia, sino el lenguaje secreto que las mujeres crearon para escapar de las prohibiciones de los hombre. Un libro, lleno de cuentos, de una belleza extraordinaria y una prosa cuidada y elegante.

Descubre el tercer volumen de aventuras del murciélago detective Bat Pat y los hermanos Silver: Leo, Martin y Rebecca. ¡¡¡HOLA!!! SOY BAT PAT. OS VOY A CONTAR UNA HISTORIA QUE OS PONDRÁ LOS PELOS DE PUNTA... ¿ESTÁIS PREPARADOS? Cuando me enteré de que en el museo de Fogville se estrenaba una exposición sobre el Antiguo Egipto, ¡volé de la emoción! Me moría de ganas de ver una momia con mis propios ojos, así que convencí a los hermanos Silver para asistir a la inauguración. Pero lo que yo todavía no sabía era que la momia del museo estaba vivita y coleando, y que para colmo...