¡Yo no fui!

Dos nuevas historias del hipopótamo favorito de chicos y grandes. ¿Qué sería de Humberto si se ganara la lotería? ¿Y qué pasaría si abriera su corazón al primer amor?

Este libro nace con el propósito de hacer llegar de una manera sencilla a los niños y jóvenes, herramientas básicas de auto conocimiento, valores y alternativas simples para trascender los retos que se presentan en nuestra vida y principalmente hacer de la salud, la paz y el bienestar su estilo de vida. Está inspirado en algunos de los aprendizajes que hemos obtenido a lo largo del camino en busca de nuestro propio crecimiento personal, como “Los Cuatro Acuerdos” del Dr. Miguel Ruíz, La respiración como aliento de vida y El Amor Incondicional. Aprender a ayudar a nuestros...

Poco antes de la festividad de Días de Muertos, la familia Arteaga decide cruzar la frontera, pues su situación en el pueblo es ya insostenible. Aferrados a su tradición, van dejando a lo largo del camino su rastro para que sus difuntos les sigan. Así podrán celebrar juntos, un año más, los días en que las almas de vivos y muertos se funden en una sola. A lo largo de este relato, contado de una manera sencilla a la vez que entrañable, se va desgranando la situación que viven los emigrantes ilegales que cruzan la frontera que separa México y Estados Unidos; un hecho que no es...

HabÍa caballos, ovejas, cabras, gansos, y un viejo espantapÁjaros recostado en su azadÓn. Vivian todos juntos en el gran granero rojo.

Si ya es malo enamorarse de una mujer inadecuada, las complicaciones son todavía mayores cuando alguien se enamora a la vez de dos mujeres inadecuadas. A Pablo, un chico del barrio de Carabanchel, que llevaba adelante su adolescencia sin demasiados contratiempos y pensaba que el romanticismo era solo cosa de niñas atontadas, inesperadamente se le cruza en su camino el amor y le dispara a bocajarro y por partida doble. El primer balazo se llama Vanessa y es una chica bajita y antipática a la que los dioses le pusieron un rostro de ángel. El segundo balazo se llama Leonor, que está...