Los testimonios

Hay dos cosas que son ciertas aquí, ahora y siempre. La primera es que la historia la oficial, la de mayúsculas reverenciales la escriben los ganadores. La segunda es que esa historia no soporta el sentido del humor ni las paradojas, es decir las verdades a secas. Basta con que brinque un dato ignorado por los redactores de turno, las palabras inocentes de alguien que recuerde su infancia, un recorte amarillento, para que la Historia se convierta en caricatura de sí misma y los próceres, mártires y grandes gestas sean materia de guiñol. La consecuencia de aplicar el humor a la historia...

"Gato Rojo quiere ser tan inteligente como Gato Azul. Gato Azul sueña con ser tan ágil como Gato Rojo. Pero, ¿de qué color es la felicidad? Los dos gatos que protagonizan esta historia están dispuestos a hacer las cosas más extrañas para parecerse al otro."--Back cover.

Bored by her daily routine, Olga the sheep thinks outside the flock and ends up creating a wonderful surprise. Includes facts about sheep.

Describes how a poor old lady has nothing but all the rich goods she has, and no one to care for her but all her servants.

"Soy cholo, mestizo, mezclado. Las palabras no te hieren si aprendes a ponerlas de tu lado. Úsalas tú antes que los otros. Soy indio, quechua, serrano. Vengo de las montañas y voy de regreso a ellas. Decirlo me ha dado energía. Ahora tengo los puños en alto. No soy tu cholo." No soy tu cholo es tanto un libro de protesta como una reflexión sobre la choledad. Su tono puede ser enérgico o calmo, pues varía según los recursos que emplea Avilés: en algunos casos será la indignación producto de la experiencia propia; en otros, el ensayo feroz que, desde el activismo cívico, reclama...