Maria Magdalena. El fuego del sagrado amor Minné

Resumen del Libro

María fue la primera discípula perfecta de Cristo, colmada de Espíritu Clarosanto, después de la Madre Divina. La misma Purísima Virgen la envolvió en atuendos virginales y le legó la plenitud de Sus dones y sellos.María Magdalena es el símbolo de la Sagrada Teogamia de la Iglesia. Siempre anhelaba permanecer con Cristo, no separarse nunca. El mirró de Cristo del Segundo Advenimiento como Bienamado suyo, el compuesto mírrico del Grial, lo llevaba Su novia en las manos, y fue plenamente divinizada por Él, penetrada por el mirró hasta lo más profundo de sus huesos. La primera gran sabia anciana relicaria de la Iglesia verdadera presta hasta el día de hoy su protección a aquellos que aceptan el cristianismo como un amor loco hacia el Ungido, el portador de la sabiduría del Padre del puro amor.* María no salía de estas conmociones sobreiluminadas. Experimentó la primera conmoción ya al poco de nacer: estuvo totalmente fuera de este mundo. María Magdalena vino a la Tierra para una tarea misteriosa. Todo lo terrenal le fue ajeno. Mientras las niñas jugaban con los niños, María se entregaba a ensueños maravillosos; le gustaba recoger flores y hacer preguntas amundanas...Su segunda conmoción está vinculada al encuentro con Cristo. Lo reconoció de inmediato. Fue Él a quien había visto en sueños desde su infancia, su Bienamado, a quien estaba esperando.La tercera conmoción está vinculada con la muerte y resurrección de Cristo.La cuarta, con la angustia mortal y concepción inmaculada.La quinta, con la gestación del teoniño.La sexta, con el nacimiento de José el Magnífico, hijo de Cristo.La séptima, al serle encomendado el Cáliz del Santo Grial.