Franklin Chang-Díaz es un renombrado físico e ingeniero costarricense, conocido principalmente por su trabajo en la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) y por su contribución al desarrollo de tecnologías de propulsión espacial. Nacido el 5 de abril de 1950 en San José, Costa Rica, su fascinación por el espacio y la ciencia se manifestó desde una edad temprana, lo que lo llevó a emprender un camino académico y profesional que lo posicionaría como una figura destacada en el ámbito de la exploración espacial.
Chang-Díaz estudió física y ingeniería mecánica en la Universidad de Connecticut, donde se graduó con honores en 1973. Posteriormente, continuó su educación en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde obtuvo un máster y luego un doctorado en ingeniería nuclear. Su pasión por el espacio lo llevó a ingresar a la NASA en 1980, donde fue seleccionado como astronauta y se convirtió en el primer costarricense en viajar al espacio.
Durante su carrera en la NASA, Chang-Díaz participó en un total de siete vuelos espaciales, acumulando más de 1.600 horas en el espacio. Su primera misión fue en 1986, cuando formó parte de la tripulación del transbordador espacial Columbia en la misión STS-61-C. A lo largo de los años, su trabajo se centró en la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas de propulsión. En particular, es conocido por su trabajo en el desarrollo del motor de plasma, que tiene el potencial de revolucionar la forma en que se propulsan las naves espaciales, haciéndolas más eficientes y rápidas.
Además de su trabajo en la NASA, Franklin Chang-Díaz es un destacado defensor de la educación y la ciencia en América Latina. En 1994, fundó la Fundación de Ciencias y Tecnología para América Latina, con el objetivo de impulsar el interés y la formación en ciencias entre los jóvenes de la región. También ha sido un ferviente promotor de la importancia de la educación científica en el contexto de la globalización y la competitividad internacional.
En 2005, Chang-Díaz fundó Ad Astra Rocket Company, una empresa dedicada al desarrollo de tecnologías de propulsión avanzada. Su visión es la creación de un motor de plasma que no solo pueda ser utilizado en misiones espaciales, sino también en viajes interplanetarios, abriendo así nuevas posibilidades para la exploración del sistema solar.
A lo largo de su carrera, Franklin Chang-Díaz ha recibido numerosos premios y reconocimientos por sus contribuciones a la ciencia y la tecnología. Entre ellos se destacan la Medalla de la NASA por Servicio Distinguido y el Premio a la Excelencia en el Liderazgo de la Universidad de Connecticut. Su legado no solo se encuentra en sus logros técnicos, sino también en su labor como mentor y modelo a seguir para las futuras generaciones de científicos e ingenieros, especialmente en América Latina.
En resumen, Franklin Chang-Díaz es un ejemplo de cómo la pasión por la ciencia y la tecnología puede trascender fronteras y convertirse en un motor de desarrollo y avance en la exploración espacial. Su vida y obra continúan inspirando a muchos jóvenes a perseguir sus sueños en el campo de la ciencia, demostrando que el esfuerzo y la dedicación pueden llevar a grandes logros, no solo a nivel personal, sino también para el beneficio de la humanidad en su conjunto.