Manuel Scorza fue un destacado escritor y poeta peruano, conocido por su compromiso social y su capacidad para fusionar la realidad política de su país con la literatura. Nació el 29 de septiembre de 1928 en Huamachuco, un pequeño pueblo de la Sierra Libertadora del Perú. Desde joven, Scorza mostró un profundo interés por la literatura, así como por las injusticias sociales que se vivían en su entorno.
Después de completar sus estudios secundarios, Scorza se trasladó a Lima, donde se unió a movimientos de izquierda y comenzó a desarrollar su carrera literaria. Su primera colección de poemas, La torre de los sueños, fue publicada en 1954, aunque su trabajo apenas comenzaba a recibir reconocimiento. A lo largo de su vida, Scorza se vería influenciado por su activismo político, lo que lo llevó a convertirse en un crítico de la opresión y la desigualdad en su país.
En 1961, Manuel Scorza publicó su primera novela, Los perros hambrientos, que abordaba la dura realidad de los campesinos en Perú. Esta obra marcó el inicio de su carrera como novelista. A partir de ahí, dedicó gran parte de su vida a plasmar en sus escritos la lucha de los pueblos indígenas y campesinos, destacándose por su estilo poético y su prosa incisiva.
Sin embargo, fue su trilogía sobre la resistencia indígena lo que cimentó su lugar en la literatura peruana. Las obras Redoble por Rancas, La tumba de los héroes y El cuerpo de Giulia Bramito, publicadas entre 1970 y 1976, se centran en la opresión y la explotación que sufrían las comunidades indígenas por parte de los poderes económicos y políticos. Estas novelas no solo son críticas a las estructuras de poder, sino que también celebran la rica cultura y las tradiciones de los pueblos originarios.
- Redoble por Rancas (1970)
- La tumba de los héroes (1972)
- El cuerpo de Giulia Bramito (1976)
Scorza también fue un ferviente defensor de la literatura comprometida. Se unió a otros escritores y activistas en la defensa de los derechos humanos, especialmente durante el periodo de violencia política que azotó Perú en las décadas de 1980 y 1990. A lo largo de su vida, su obra fue influenciada por el contexto histórico y social del país, lo que le permitió abordar problemáticas como la pobreza, el racismo y la resistencia cultural.
El autor continuó escribiendo y publicando hasta su muerte. En 1983, Manuel Scorza falleció en un accidente de aviación en un viaje hacia la región de su infancia, Huamachuco. Su legado literario, sin embargo, sigue vigente. Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas y ha inspirado a nuevas generaciones de escritores a comprometerse con la realidad social de sus contextos.
Manuel Scorza es recordado hoy no solo como un escritor talentoso, sino como un símbolo de la lucha por la justicia y la dignidad de los pueblos indígenas y campesinos del Perú. Su visión literaria y su activismo social continúan resonando como un llamado a la reflexión y a la acción en la búsqueda de un mundo más equitativo.