¡Un viaje top! (Daniela DivertiGuay 6)

Después de las fiestas más divertidas y locas, vuelve Daniela Divertiguay con una nueva aventura, esta vez, ¡viajando a la ciudad de la moda: Milán! Daniela está SÚPEREMOCIONADA: este curso se ha apuntado con todas sus amigas a la asignatura de moda en el cole. La profe ha montado un concurso para ver quién diseña el mejor vestido y... ¡su grupo es el ganador! Pero el premio es todavía mejor... ¡un viaje a la Semana de la Moda de Milán! Increíble, ¿verdad? Un viaje lleno de aventuras, locuras y muchísima diversión. ¡Nos vamos de viaje al corazón de la moda!

Este pajarito viajero de la imaginación fue premiado en 1978 con el Premio Nacional de poesía Aquileo J. Echeverría y algunos de sus trinos musicales aparecen en libros de la Compañía Scott Foresman de los Estados Unidos. En sus páginas van a encontrar personajes de todos los tamaños y colores que hablan, se divierten y juegan a construir un mundo de alegría. A lo mejor aprendas a leer con este libro porque sus poesías suenan a melodía y son fáciles y gustosas al oído.

" ¿Tenía razón Jorge Manrique cuando escribió que todo tiempo pasado fue mejor? No lo cree así el protagonista de estas crónicas de infancia, " " alguien que no quisiera ser enterrado en el lugar donde vio la luz por vez primera " " . Ese lugar " " se llamaba Umbroso, y umbrosa es la memoria de aquellos años que debieron haber sido más felices. " " "

When an old woman approaches Karmelo and Moconoco, Moconoco steals her golden walking cane. He wickedly breaks the cane into three pieces as Karmelo helps her up. The old woman curses Moconoco with three of everything-- three eyes, three ears, three noses. She rewards Karmelo for his kindness with the broken cane, promising happiness when the three pieces are united. Moconoco grows up to be an evil emperor and Karmelo grows up to be a poor slave. He gives the pieces to his three children and with the help of the cane, they must save their land from the cruel emperor! En esta encantadora...

Mientras Perro recorre la ciudad para llegar a casa, se va encontrando por todos lados con deliciosos olores que avisan que ha llegado la hora de comer. Comida rica por aquí y por allá, pero siempre sabemos que la mejor es la que nos espera en casa. Una vez más Satoshi Kitamura nos convierte a todos en niños.