Zara eres

¿No puedes dormir porque volvieron a pelear? ¿No puedes dormir porque tienes miedo que, ésta vez, sí termine todo? ¿No puedes dormir porque no sabes cómo hacer para que, aquel amor que sentían, vuelva a ser como al principio? ¿Alguna vez te fue infiel y te dolió hasta el alma? ¿Él se enojó porque te vestiste de tal o cual manera aunque tú te sentías feliz por cómo te veías? ¿Se enojó porque te vio platicando con tus amigos? ¿Te dejó de buscar porque hiciste algo que no le gustó? ¿Cuántas veces renunciaste a algo que querías hacer por complacerlo aunque no querías?...

Las películas bajo el calificativo del destape no solo revolucionaron el cine de una época, sino que fueron un auténtico revulsivo para una sociedad hastiada por el franquismo. Erróneamente se han tratado de manera despectiva e incluso algunos de sus protagonistas han querido omitirlas deliberadamente de sus trayectorias. Pocas se han mantenido en la memoria colectiva como referente indiscutible de un cine que fue tan necesario como extravagante y, sobre todo, divertido. Con la perspectiva del tiempo se ha demostrado que todo lo que se rodó en este periodo de nuestra historia reciente...

SIPNOSIS..... Este libro que tienes entre tus manos, querido lector, es un convencido alegato del Carpe Diem. Nuestra protagonista se revela valiente, sensible, noble e inconformista. Conoce que "la escasez y los caprichos no van de la mano". Sentencia que "la imaginación no pesa ni cansa" y ha experimentado los vaivenes de la realidad soñada, como "una Reina el día de su coronación". Una historia imprescindible para todos los que nos preguntamos: ¿puede un libro cambiar nuestra vida? Rotundamente sí. No te lo pierdas.

Era poco frecuente toparse con un cirujano como aquel. Jamás se daba por vencido. Sus ojos eran indómitos y curiosos, como los de un niño. Se atrevía a ir más allá del punto en el que otros se detenían. Si un enfermo lo requería, él se implicaba a fondo y nunca lo desasistía, aunque desde el punto de vista quirúrgico no se pudiera hacer nada más. Pero si existía una pequeña posibilidad de solución, él la perseguía con empeño. Enzo Piccinini era un gran cirujano, pero sobre todo era un verdadero amigo, un padre, no sólo para sus cuatro hijos, sino también para innumerables...