Paramahansa Yogananda, nacido como Mukunda Lal Ghosh el 5 de enero de 1893 en Gorakhpur, India, fue un conocido guru, escritor y yogui, famoso por ser uno de los primeros maestros en introducir la filosofía yóguica en Occidente. Desde temprana edad, mostró un profundo interés por la espiritualidad y la búsqueda de la verdad, y a los 17 años, se unió al ashram del yogui Swami Sri Yukteswar Giri.
Yogananda fue instruido en la antigua ciencia del Kriya Yoga, un sistema de meditación que promueve la conexión con lo divino a través del control de la energía vital. Durante su tiempo con Sri Yukteswar, Yogananda no solo perfeccionó su práctica espiritual, sino que también profundizó en su comprensión de la filosofía hindú y los textos sagrados como el Bhagavad Gita.
En 1920, Yogananda viajó a los Estados Unidos para participar en una convención de líderes de la espiritualidad oriental. Durante este tiempo, se dio cuenta de que su misión era compartir las enseñanzas del yoga y la meditación con un público más amplio en Occidente. Fundó la Sociedad de Yogui Auténtico, así como el Centro para la Vida Espiritual en Los Ángeles, donde enseñó a miles de personas a encontrar la paz y la conexión con lo divino.
Una de sus contribuciones más significativas fue su libro Autobiografía de un Yogui, publicado en 1946. Este libro, que mezcla relatos de su vida con enseñanzas espirituales, ha sido una fuente de inspiración para millones de lectores en todo el mundo. Se considera un clásico de la literatura espiritual y ha sido traducido a múltiples idiomas. En él, Yogananda narra sus experiencias con maestros espirituales, su práctica del Kriya Yoga y su búsqueda de la realización del Ser.
Durante su vida en América, Yogananda no solo enseñó yoga y meditación, sino que también promovió la armonía entre religiones, enfatizando la unidad subyacente de todas las tradiciones espirituales. Estableció centros de meditación y enseñanza en varias ciudades de Estados Unidos y contribuyó al crecimiento del interés en la espiritualidad oriental.
A medida que su fama crecía, Yogananda se convirtió en un puente entre las culturas de Oriente y Occidente, integrando enseñanzas de la espiritualidad hindú con conceptos contemporáneos de psicología y bienestar. En 1952, Yogananda llevó a cabo un evento significativo llamado “Día de la Paz Mundial”, donde reunió a líderes de diversas tradiciones religiosas para abogar por la paz a través de la comprensión mutua y el respeto.
El legado de Yogananda perdura hasta hoy. La Self-Realization Fellowship, organización que fundó para difundir su mensaje y enseñanzas, continúa operando, ofreciendo cursos, libros y programas de meditación en todo el mundo. Además, sus enseñanzas sobre el Kriya Yoga siguen siendo practicadas por miles de personas, ayudándolas a alcanzar la autorrealización y la paz interior.
Paramahansa Yogananda falleció el 7 de marzo de 1952 en Los Ángeles, pero su espíritu y enseñanzas viven en las prácticas y corazones de aquellos que buscan la verdad y la conexión con lo divino. Su enfoque en la meditación, el amor y la unidad ha dejado una huella indeleble en el ámbito de la espiritualidad contemporánea, inspirando a generaciones a seguir su camino hacia la iluminación.