Diego Armando Maradona, nacido el 30 de octubre de 1960 en Lanús, Argentina, es considerado uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos. Desde muy joven, Diego mostró un talento excepcional para el fútbol, y a los 10 años se unió a las divisiones juveniles del club Argentinos Juniors. Su carrera profesional comenzó en 1976, y rápidamente se destacó por su habilidad, su visión del juego y su capacidad para marcar goles.
En 1981, Maradona fue transferido a Boca Juniors, uno de los clubes más emblemáticos de Argentina. Durante su tiempo en Boca, ganó el campeonato de liga y se consolidó como una figura adorada por los aficionados. Sin embargo, su carrera dio un gran salto cuando se trasladó a Europa en 1982, fichando por el FC Barcelona.
En el Barcelona, Maradona vivió momentos de gloria, pero también enfrentó lesione y problemas extradeportivos. A pesar de ello, tuvo un impacto significativo en el equipo, ayudando a ganar la Copa del Rey y la Supercopa de España. Sin embargo, fue en 1984 donde dio otro giro a su carrera al ser transferido al Napoli, un club en el que se convertiría en leyenda.
Durante sus siete temporadas en el Napoli, Maradona llevó al club a alturas sin precedentes. Ganó dos títulos de Serie A (1986-1987 y 1989-1990), una Copa de Italia y la UEFA, entre otros trofeos. Su estilo de juego espectacular y su capacidad para marcar goles memorables lo convirtieron en un ícono no solo en Nápoles, sino en todo el mundo. Su conexión con la afición fue extraordinaria, lo que lo llevó a ser considerado un símbolo de la ciudad.
La Copa del Mundo de 1986 en México es quizás el momento más recordado de la carrera de Maradona. En ese torneo, lideró a la selección argentina hacia el campeonato, y su actuación fue monumental. En el famoso partido contra Inglaterra, Maradona anotó dos de los goles más icónicos de la historia del fútbol: el primero, conocido como el “Gol del Siglo”, donde dribló a varios jugadores antes de marcar; y el segundo, el infame gol que empezó con una mano, conocido como la “Mano de Dios”.
Después de su éxito en 1986, la carrera de Maradona estuvo marcada por altibajos. En el Mundial de 1990, Argentina llegó a la final, pero fue derrotada por Alemania. Maradona continuó siendo una figura relevante en el fútbol, aunque su vida personal se vio afectada por problemas de adicción y salud. A pesar de los desafíos, su pasión por el deporte nunca disminuyó.
Diego Maradona también tuvo una carrera como entrenador, aunque no siempre con el mismo éxito que tuvo como jugador. Su último gran desafío fue dirigir a la selección argentina en la Copa del Mundo de 2010, donde los argentinos fueron eliminados en los cuartos de final.
En la vida personal de Maradona, su historia estuvo llena de contrastes. Su vida estuvo marcada por relaciones tumultuosas, así como por una lucha constante con sus adicciones. Sin embargo, a pesar de sus demonios personales, la figura de Maradona siempre brilló en el mundo del fútbol. Su carisma, su estilo de juego y su amor por el deporte lo convirtieron en un ícono cultural.
El 25 de noviembre de 2020, el mundo del fútbol se conmocionó con la noticia de su fallecimiento a la edad de 60 años. Maradona dejó un legado imborrable, no solo por su extraordinario talento, sino también por la pasión y la emoción que aportó al juego. Su impacto en el fútbol y su influencia en generaciones de jugadores y aficionados continúan vivo, haciendo de Diego Maradona un verdadero mito del deporte.